Este sistema de motores es el responsable de la contracción muscular, constituida principalmente por dos moléculas de tamaño nanométrico, actina y misiona.
Ahora...
No es necesario razonar mucho para deducir su diseño, dentro de nuestra conciencia algo grita que no hay lugar para que esto se cree de manera aleatoria o simplemente por vana casualidad.
No importa cuantos años se dejen "evolucionando", pueden pasar billones de años, pero una piedra seguirá siendo la misma piedra, no importa las condiciones naturales en las que se encuentre, no importa los cambios físicos y químicos que experimente. Además, si a ello le sumamos que estamos hablando de motores microscópicos, duplica las improbabilidades de que esto suceda por azar y crea un sucedo matemáticamente imposible.
Esto es lo que se nos permite ver, a simple vista es algo impresionante, ¿cuántas cosas aún están en lo oculto? y ¿cuantas de ellas esperando a ser descubiertas?
"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" - Juan 8: 31.
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